martes, 25 de agosto de 2015

Máscaras policromadas de jaguar

Mascara peruana (adquirida en el mercado de Pisac)
Máscara guatemalteca (adquirida en el mercado de Chichicastenango)
Las mascaras de animales, confeccionadas en distintos materiales, tienen una finalidad ornamental. Algunas de madera policromada son muy bellas. Aquí se presentan dos mascaras de jaguar realizadas en dos puntos del continente.  
Fresco maya donde se aprecian los trajes de los guerreros

El jaguar o yaguareté (panthera onca) es el mayor felino de América. En la actualidad, se lo encuentra desde el  sur de Estados Unidos hasta el noreste de Argentina.  Es parecido al leopardo (panthera pardus) pero presenta un mayor tamaño. Su constitución, comportamiento y hábitat son similares a los del tigre (panthera tigris)

El jaguar tuvo un importante sitial en las culturas mesoamericanas, por ese motivo se lo encontró en múltiples manifestaciones culturales. El pueblo maya lo consideró  un animal sagrado  y lo representó en su alfarería, pintura y esculturas. En su cosmovisión, se lo consideraba un animal poderoso, portador de energías sagradas y símbolo de poder político o militar.  Los máximos gobernantes de las ciudades maya ("halach unik")  tenían un trono cubierto con la piel de este animal y cuando se desempeñaban como comandantes supremos de los ejércitos vestían un tocado con cabeza de jaguar. Los generales también usaban una vestimenta confeccionada con la piel del animal sagrado. Los jóvenes solteros pintaban sus cuerpos con el color negro de los jaguares de color oscuro (denominados popularmente como panteras) para adquirir la agilidad y la fiereza del animal.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Evolución de los cajones peruanos: de Sanmarcos a Retablos



En los 40, una joven pintora indigenista  llamada Alicia Bustamante viajó a Ayacucho con el fin de recolectar objetos para el novel Instituto de Arte Peruano y entró en contacto con “imagineros”. Esos artesanos elaboraban "Sanmarcos", baúles y "pasta wawas" (muñecas de manguey con cabeza de pasta). según María Ulfe, el cambio de la denominación de cajones de San Marcos -o “Sanmarcos”- a “Retablos”, se debe a que Bustamante relacionó las cajas con los altares de las iglesias coloniales. 

María Eugenia Ulfe relató el encuentro entre la coleccionista y  Joaquín López Antay, en  su trabajo “Representaciones del (y lo) Indígena en los retablos peruanos” (2006).  López, fue un reconocido maestro que dirigía un taller y fue distinguido en 1975 con el Premio Nacional de Artes. El maestro relató: “La señorita Alicia Bustamante siempre me compró retablos. Pero no le gustaban los que yo hacía. Me encargaba otros, como ella quería. Y yo le hacía. “Quiero cárcel de Huancavelica”, me decía, y yo le hacía. “Quiero jarana”, decía y yo le hacía. He hecho bastantes retablos para la señorita Alicia. Ella me decía: “Hazme corrida de toros”, y yo le hacía. Después le he hecho peleas de gallos, trillas, el recojo de tunas. El que más le gustó fue la cárcel de Huancavelica. Todos se los llevó a la Peña Pancho Fierro, en Lima. Ahora está en la Universidad de San Marcos su colección; así me han dicho”. (citado por Ulfe) Cuando los imagineros dejaron de confeccionar los personajes a partir de moldes, y comenzaron a modelarlos tuvieron una mayor libertad en sus retablos 

Las preferencias de quienes estudian, y coleccionan los objetos de arte popular, incide en la evolución que presentan las piezas. Los retablos dejaron de reflejar la herranza del ganado, para representar actividades y festividades populares a partir de los 40 y los conflictos sociales a partir de los 70.  En el Museo de la Cultura Peruana de Lima puede admirarse el "Retablo de Mártires de Uchuraccay" realizado por Florentino Jimenez y sus hijos.

Los Sanmarcos tienen una función ritual y  mágico y los Retablos  valor estético y ornamental, en ambos casos  pueden ser considerados como documentos etnográficos porque reflejan, la religiosidad, costumbres y actividades del pueblo.

Fuentes:
El retablo Ayacuchano. (1992) Un arte de los Andes. (IEP)  Instituto de Estudios Peruanos.
María Eugenia Ulfe (2006) Representaciones del (y lo) Indígena en los retablos peruanos.

martes, 4 de agosto de 2015

El origen de los alebrijes

Pedro Linares en su taller.

Los alebrijes de cartón de México

Pedro Linares López fue un prestigioso cartonero mexicano, que continuó el oficio de su padre. Los Judas de cartón -que se quemaban en Semana Santa-  y piñatas de papel maché, que se empleaban en diversas festividades fueron dando lugar a otras creaciones en cartón.
En 1990 se lo distinguió con el "Premio Nacional de Ciencias y Arte" de México. Con este importante reconocimiento se homenajeó su trayectoria artística, que incluyó la creación a fines de los 30 de los coloridos "alebrijes".  Esas criaturas fantásticas forman parte del arte popular mexicano que ha sido reconocido en el mundo.

En un documental realizado por Judith Bronowski  Linares relató el origen de los "alebrijes", que resulta tan fantástico como ellos. En 1939, al encontrarse en coma como consecuencia de una úlcera gástrica, soñó con   animales extraños y coloridos que presentaban alas, cuernos, colmillos y colas. A partir de esa visión, comenzó a representar ese tipo de animales en cartón donde se amalgaman cuerpos de distintos animales y que "bautizó" con el nombre de "alebrijes", palabra también presente en su sueño .
En la actualidad en Ciudad de México se elaboran enormes "alebrijes" para  acompañar diversas festividades. 

En el Estado de Oxaca se elaboran también "alebrijes" de madera, que presentan características similares y tiene una finalidad decorativa.

La ilustración que acompaña al texto pertenece a Broer un ilustrador que realizó una exposición en honor al maestro Pedro Linares y sus creaciones. 

En el primer documental Pedro Linates que explica como el y sus tres hijos elaboran los alebrijes.

Luego en una muy buena realización los descendientes de Linares muestran la técnica de elboración de los alebrijes y relatan sus historia. Se trata de un video que hay de disfrutar con tiempo. Hablan Miguel, esposa  y  nietos, que han elaborado alebrijes -que al igual que los de Pedro Linares- se exponen en diversos museos.