miércoles, 19 de septiembre de 2018

El recojo de tunas

En la zona andina  se cultiva "el nopal" una variedad de opuntia (ficus indica), que produce "higos chumbos", denominados por los conquistadores españoles como higos de la India. Las bayas tienen una forma ovoide esférica y cuando maduran son dulces y con una pulpa gelatinosa. Los frutos y las flores son rosa, verde o amarillos. Con ellos en Perú se elaboran dulces, mermeladas o bebidas. 
Los tallos tiernos del cactus (sus pencas) se usan como forraje para el ganado. Esta ha sido una planta de importancia para los sistemas agropecuarios de los Andes.

En los frutos también se encuentra un "huésped", la  cochinilla "grana" (dactylopius coccus) un insecto parásito a partir del cual se elabora un pigmento carmín que se usa para la industria textil. La tonalidad del pigmento cambia dependiendo de la sustancia con la que lo diluye, va del carmín al morado. Perú es el primer productor mundial de esta planta y la reproducción se realiza a partir de las pencas.
El consumo del nopal se remonta a la época prehispánica. Se han encontrado ofrendas realizadas con espinas de opuntias en enterramientos. En las crónicas de los conquistadores se refieren al cultivo de estas cactáceas y el empleo de la cochinilla grana para colorear los textiles. 

El retablo peruano ubicado a la izquierda del texto representa la escena del "recojo de tunas" o cosecha de cactus. En los retablos contemporáneos que se comercializan en Perú y Ecuador se representan tradiciones que aún se encuentran vivas

lunes, 3 de septiembre de 2018

Alebrijes de Oxaca. Elaboración y origen

En Ciudad de México  Pedro Linares comenzó a elaborar grandes alebrijes de papel  y cartón que se usan en los festejos. Esos alebrijes se enlazan con la tradición de los cartoneros mexicanos.
Los "alebrijes" de madera son una artesanía mexicana que se elabora en el Estado de Oaxaca.

Son criaturas talladas y pintadas a mano con colores vivos y decoradas con mucho detalle.Por lo general representan animales fantásticos, que algunos de sus artesanos los relacionan con la iconografía del pueblo zapoteca, En ellos se combinan características de diversas especies y en ese aspecto son similares a  los alebrijes de cartón de Ciudad de México.

En el estado de Oaxaca al sur de México se relata que se comenzaron a elaborar en el pueblo de San Antonio de Arrazola.  Las piezas se tallen en madera de copal, de cuya resina también se extrae el incienso que se quema en los templos. La madrea se corta a machete y luego se talla con gubias y cuchillos,  antes de dejarla secar al sol durante varios días. La pieza luego se trata para que se conserve y prevenir que se apolille. Luego se pinta con esmero. Muchas veces se pinta con tinturas naturales elaboradas a partir de frutos, hojas o insectos. En el video se presenta una entrevista a un artesano de Oaxaca que reivindica la confección de alebrijes como parte de la cultura zapateca. .