martes, 30 de julio de 2013

Alebrijes de Oaxaca.

Los "alebrijes" de madera son una artesanía mexicana que se elabora en el Estado de Oaxaca.

Son criaturas talladas y pintadas a mano con colores vivos y decoradas con mucho detalle.

Por lo general representan animales imaginarios donde se combinan características de diversas especies. En ese aspecto son similares, o "descendientes" de los alebrijes de cartón de Ciudad de México..
En Oaxaca relatan que se comenzaron a elaborar en el pueblo de San Antonio de Arrazola.  Al visitar el pueblo en la actualidad se encuentra a los alebrijes en pequeños locales que los pobladores han establecido para comercializarlos. Se puede conocer a los artesanos y aprender sobre su elaboración.

En varios pueblos del valle de Oaxaca también se los elabora. Son tan populares que un cuadro de fútbol y un grupo musical  de Oaxaca han adoptado su nombre.



lunes, 22 de julio de 2013

Sincretismo andino: los Cajones de San Marcos


El Cajón de San Marcos es un muy buen exponente del sincretismo entre la cultura andina y la cultura española. Este cajón, con el correr del tiempo, dio origen al retablo peruano contemporáneo.

Primero fueron las cajas de santos.
Hasta mediados del siglo XIX los pastores de la región de Ayacucho cargaban unas cajas  con pequeñas piezas talladas en piedra que representaban ciertos santos. Muchos de los pastores trabajaban encima de los 3000 metros de altura y las “cajas de santo” cumplían una función mágico-religiosa,  para proteger los rebaños.
El reconocido artesano Joaquín López Antay empleó una técnica desarrollada en el seno de su familia. Con las pequeñas esculturas de piedra de Huamanga de las cajas de santos fabricaba moldes para replicarlas en otro material. De esa forma se podía ahorrar tiempo y dinero en la elaboración de las cajas. Las nuevas piezas se confeccionaban con una mezcla de yeso y papa que, una vez seca, endurecía como la piedra y se coloreaba con pintura de tela.

A mediados del siglo XIX los arrieros andinos comenzaron a encargar cajas más elaboradas: así surgieron los Cajones de San Marcos que transportaban de pueblo en pueblo. Esos cajones se convirtieron en el centro del rito anual más importante de la producción ganadera: la marca del ganado o yerra. En el taller de López Antay se elaboraban muchos de ellos

.El simbolismo de los Cajones.

                                                     
Cada cajón simboliza un “Apu” o dios tutelar andino, la poderosa montaña que protege a los hombres. Lleva en su interior la representación de la ceremonia del marcado del ganado, dividida en dos pisos que simbolizan dos mundos.
Alicia Seade, especialista en este tema, describe los símbolos presentes en los Cajones.

En el piso superior, como en las antiguas cajas, se presentan las divinidades protectoras de los animales. En el centro se encuentra  San Marcos -el más importante de todos y que protege al ganado vacuno- rodeado de Santa Inés –o Santa Clara, protectora de las cabras- y San Juan, protector de las ovejas y su pastor. También pueden parecer San Lucas, que protege al ganado de sus depredadores naturales y San Antonio de Padua –con un niño en brazos-, protector de los asnos y burros.

En el piso inferior se representa una historia terrenal que se desarrolla en dos tiempos. A la izquierda se encuentra "la Pasión", representada por verdugo y un hombre herido colgado cabeza abajo, su sangre baña a la tierra (alimenta a la Pacha Mama). Cerca del hombre se encuentran dos mujeres que lloran, piden por la vida del hombre, un ladrón de ganado. En el centro se encuentra un hombre con un brazo levantado, en ocasiones con un libro abierto (que a la vez representa el libro sagrado y el libro de contabilidad)  en la otra mano, es el patrón que termina por perdonar al hombre. A quien lavan y le entregan una botella de aguardiente. A la derecha se encuentra "la Reunión", se representa la fiesta: hay animales, vendedoras de queso y músicos, entre otros.

El Cajón -donde conviven los santos con elementos propios de la religiosidad andina- fue utilizado en los ritos de herraje de ganado y protección de los hogares y se dejó de fabricarse en las primeras década del siglo pasado. Alicia Seade Delboy, de quien tomamos mucho de lo que aquí se plantea, se ha dedicado a investigar la historia de los cajones y a restaurarlos.  

lunes, 15 de julio de 2013

Declarados Patrimonio de la Humanidad




El sombrero panamá es un sombrero tradicional con ala, que se confecciona a mano con las hojas trenzadas de la “carludovica palmata”. A pesar de su nombre mas poular, es originario de Ecuador. En este país se lo denomina sombrero Jipijapa, debido al nombre de a una pequeña ciudad donde se los comenzó a elaborar. Según los especialistas los mejores se confeccionan en la ciudad de Cuenca y en los cantones azuayos de Sigsig, Gualaceo, Chordeleg.

El sombrero fue popularizado durante la construcción del canal de Panamá. Por aquel tiempo se importaron miles de sombreros desde Ecuador para los trabajadores que lo construyeron y desde el canal se exportaron hacia Estados Unidos y Europa. Se los conoce también con el nombre de Montecristi o toquilla, nombre derivado de sombreros  usados por los españoles durante la conquista.

Lineida Castillo periodista del diario El Comercio, de Ecuador, entrevistó a Rosa Pacheco a fines de diciembre de 2012 cuando el sombreo de paja toquilla –nombre que se le da en el país- fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.  Rosa de 56 años, teje desde los siete años, cuando su madre la inició en el tejido. Cada semana elabora cuatro sombreros que vende en Cuenca a cinco dólares cada uno. Como de costumbre los intermediarios se quedan con el resto del precio que paga el comprador de los sombreros en esa bonita ciudad ecuatoriana. Sus ocho hijos la ayudan en el trabajo.

Castillo sostuvo también que para el historiador Hugo Astudillo, el tejido de paja toquilla se introdujo en la zona 1840. La fibra se llevaba desde Gualaquiza, luego se empezó a trabajar con paja toquilla desde Manabí. En 1993 se creó la Asociación de Tejedoras María Auxiliadora que agrupa 165 socias. La asociación cuenta con hornos y máquinas para dar acabado a los sombreros de exportación: para su blanqueado, tinturado, secado y amoldado

  

viernes, 12 de julio de 2013

Artesanía en fibra de palma toquilla

La “palma toquilla” (carludovica palmata) no es una palma: sus hojas no presentan una estructura en forma de lámina aguda en la unión del pedúnculo y los foliolos, ni desarrolla un tronco leñoso. Es una planta que se multiplica vegetativamente porque no produce semillas viables. Se cultiva desde Centraomérica hasta Bolivia. 

Con sus fibras flexibles y duraderas en Ecuador se tejen los conocidos “sombreros panamá” y diversas artesanías. En ese país se relata que la planta es oriunda de Manabí, en la costa. En la segunda mitad del siglo pasado se la llevó a la provincia de Azuay donde se concentró la producción de tejidos. En ese tiempo la confección de sombreros fue el principal rubro de exportación. Con la fibra se elaboran bolsos, cajas, muñecas, individuales y vestimenta.


“México, Panamá y Costa Rica, donde cientos de campesinos viven de la venta de artesanía en fibra de palma, se han unido a Ecuador en una sola propuesta regional: "Paja toquilla: hacia una comercialización común latinoamericana". El propósito de este proyecto regional -impulsado por la Oficina de Investigaciones Sociales y del Desarrollo de Ecuador, el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza de Panamá y Costa Rica, y Voluntarios de Naciones Unidas (VNU)- es mejorar las condiciones de vida y empleo de las familias de los artesanos.

Para ello, se trata de asegurar el abastecimiento de materias primas, a través de un manejo sostenible de la producción de la fibra natural; capacitar a los artesanos para conseguir alta calidad y diversidad de diseños; y enfrentar de manera directa la comercialización de la producción artesanal, procurando que los artesanos tengan el control de todo el ciclo, desde la producción misma hasta la realización o venta del producto". 

Por lo general los artesanos no acceden a la comercialización, que corre por cuenta de intermediarios que les pagan poco, para luego vender a los turistas por mucho mas. 

En Panamá y Costa Rica además se desarrollan proyectos para prevenir la desaparición del hábitat natural  de esta palma.


Fuente de lo entrecomillado: Voluntarios de Naciones Unidas

miércoles, 10 de julio de 2013

Cerámicas de Tobatí


En la zona de Tobatí se elabora este tipo de cerámica antropomorfa.
La elaboración es llevada adelante por mujeres, como en el caso de la alfarería indígena y se siguen empleando técnicas tradicionales.
Las piezas se modelan a mano a partir de un procedimiento que se denomina colombín. Una tira de barro se va enrollando en espiral desde la base.
Las piezas se cuecen en hornos al aire libre y las se cubren con engobe -un lustre rojizo obtenido a partir del óxido de hierro (itapytanghuy)-, empleado  que para evitar una excesiva porosidad.
En ocasiones éstas se pueden impregnar con humo de residuos naturales durante la cocción (fumigado), para ennegrecer la cerámica.

¿Cómo se decoran las piezas?

También se han conservado los sistemas indígenas y se han agregado otros:

Engobe -ya explicado-, que para los indígenas no cumplía una finalidad estética, pero que con el paso del tiempo la fue adquiriendo.
Presión de uñas o dedos sobre la masa húmeda.
Incisiones y estrías producidas por algún objeto punzante
El fumigado o quemado  -producido por la presión de un palito de tártago sobre la pieza aún caliente, luego del horneado-
Los relieves ya presentes en la cerámica indígena se han mantenido.

En la actualidad cómo únicas pinturas se usan las blanqueadas, pintura de caolín aplicada en frío sobre la cerámica natural, el engobe o el fumigado.
En las piezas pequeñas se pueden usar las lechadas de cal o caolín coloreado con tintes de colores básicos.

La decoración es lineal (no en relieve) y se aplica con caolín, o incisa, y desarrolla motivos fitomorfos, flores y hojas entrelazadas. Ticio Escobar sostuvo que este tipo de decoración puede ser considerada una esquemática versión mestiza de los antiguos diseños barrocos.

En la pieza de la imagen puede verse la decoración típica de este tipo de piezas, en los labios y ropa coloreados con engobe rojo y el elaborado trabajo de presión con uñas y objetos punzantes.

Fuente sobre las técnicas de elaboración: Escobar, T (1982) Una interpretación de la Artes visuales en el Paraguay. Tomo 1. 
Imagen de Fernando Allen.

Cerámica popular del Paraguay

Las antiguas formas indígenas consitían en los yapepó -vasijas, ollas u ornas-

Reflexiones en torno al arte popular