jueves, 25 de junio de 2015

Cerámica de Quinchamalí, en Chile

La alfarería "de Chillán" se comercializa en esa ciudad pero se elabora a treinta kilómetros de allí, en la aldea Quinchamalí a los pies de los Andes. En la zona donde se elaboran esas piezas habitaron los Araucanos o Pehuenches, que trabajaban en alfarería, con las técnicas que emplean los artesanos de la actualidad.   La greba negra,  necesaria para varios meses de trabajo, se junta lejos de la aldea en forma colectiva, esto se ha hecho así por generaciones.
Cuando la cerámica se cuece pasa del rojo al negro debido a un fino polvo de carbón que se mezcla con la arcilla. El aspecto también se logra a partir de la quema y ahumado de las piezas en el horno. Se la decora con líneas geométricas, por lo general blancas, y su aspecto reluciente se debe al bruñido del barro con piedras especialmente pulidas.
Son piezas elaboradas por los artesanos en el hogar y se las cuecen en hornos subterráneos, muchas veces alimentados por paja o guano.

Por lo general se reconocen cuatro tipos:
1. Un tipo araucano. Se trata de vasos o tazas, de forma sencilla, en forma de aves.
2. Un tipo que recuerda la cerámica incaica. Se trata de vasos dobles unidos por un asa en común.
3. Un tipo reconocido como propiamente chileno. Se trata de vasos y botellas que por lo general representan a mujeres cantando o tocando el arpa o la guitarra.
4. Un tipo que se puede relacionar con la cerámica europea. Se trata de vasos, teteras o fruteros.

Fuente: conferencia del Dr. Giusseppe Mazzinni, recogida en la Revista de Arte nº 10 de la Universidad de Chile.

Video sobre la alfarería de Quinchamalí